La peor noche de mi vida.

Ayer conocí el miedo verdadero. El que te tumba, el que te duele. Todo lo que había considerado como miedo antes no lo era. Sentí que perdía a la persona que más quiero en este mundo. Creo que lo que menos importa aquí es quién soy o de quién estoy hablando. Esa noche sentí la soledad verdadera, y en gran parte la sigo sintiendo. Creo que no podemos cantar victoria aún.
Este mensaje va para ustedes que tienen un dolor de cabeza que no se les quita desde hace días, va también para quienes tienen un dolor en las articulaciones y tienen algunos síntomas extraños, no los minimicen. El cuerpo humano está hecho para trabajar perfectamente y si algo anda mal hay que acudir al médico. Háganlo antes de que pasen un mal, mal rato. Vayan al especialista, inviertan en su salud, inviertan en un seguro de vida. No dejen pasar nada. Se los dice alguien que no está acostumbrado a hacerlo, pero que por una mala experiencia quisiera que todos, mis hermanos, mis padres, mis tíos, mis amigos, mis contactos de facebook y hasta aquellos que no conozco, lo hicieran. Un mal detectado a tiempo puede ser la diferencia.

Por último, y podría parecer irrelevante, pero traten de contestar todos los mensajes y todas las llamadas, no saben cuándo será la última vez que puedan hablar con esa persona que está tratando de comunicarse con ustedes. Se los dice alguien que lo dejaba pasar.

Sólo espero que todo esto sólo sea una historia difícil, pero superada, que platicar.

Comentarios

Entradas populares de este blog

El día que solté

Probablemente.