Nos dará miedo. Probablemente. Le contaremos a los demás y después lo ocultaremos. O al revés, probablemente. Es que nadie está seguro nunca de nada. O probablemente sí. Lo estoy, seguro de mí, cuando te digo que vengas. Y no lo estoy del todo cuando te digo que es hora de irte. Cuando te abrazo, estoy seguro que quiero que permanezcas. Porque probablemente he sentido esto antes. Aunque nunca de tal intensidad. Porque la intensidad no se compara, se siente. Y no se detiene. Porque cuando se detiene, se frena de golpe. Y cuando se frena de golpe uno se golpea. Emocional o físicamente. Así te quiero tener: emocional y físicamente. Porque cuando uno abraza sin sentir se está perdiendo de mucho. O de todo. Y yo por ti siento de todo. Aunque en ocasiones no me salgan las palabras. Te digo que, probablemente, será difícil. O no. Porque uno no puedo ir anticipándose a las cosas. Será muy fácil, me gustaría pensar. Porque allá atrás, en el pa
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